Saw 2
Crítica
Julio Vallejo
En 2004, el cine comercial americano creó un nuevo y peculiar psicópata:
Jigsaw (el Puzzle). Dispuesto a jugar a ser Dios, el nuevo villano parecÃa
tener un especial interés en encerrar a sus vÃctimas en espacios
cerrados, donde los sometÃa a unas terribles pruebas en las que se jugaban
su propia vida y en donde se ponÃa en juego su propia inteligencia. Sin
embargo, y como todo buen jugador, Jigsaw se guardaba un as en la manga
que le permitÃa ganar la partida. .
Sólo un año después, y tras recaudar más de 100 millones de dólares sólo
en Estados Unidos, los productores del filme han decidido probar suerte
comercial con una secuela. "Saw 2" repite los elementos de su predecesor,
aunque aumentando el número de jugadores y mostrándonos algo de la vida del
psicópata, un hombre aquejado por una enfermedad terminal dispuesto a
jugar con sus vÃctimas como peones en una tabla de ajedrez. En este caso,
sus peculiares prisioneros son un grupo de personas con antecedentes
penales. Sin embargo, y aunque ellos no lo sepan, tienen algo más en común.
Por otra parte, y como un elemento importante para aumentar el interés de
la partida, Jigsaw se enfrentará cara a cara con un policÃa que, no
por casualidad, es el padre del más joven de los prisioneros.
Con todos estos ingredientes, "Saw 2" se convierte en un pasatiempo lleno
de trampas, acertijos, efectismos e imágenes truculentas. Sólo hay que
comprobar los primeros 5 minutos de la cinta, en los que vemos cómo
Jigsaw somete a una terrible y sangrienta prueba a un soplón de la
policÃa para ver qué es lo que veremos en el resto del filme. Esto es sólo
uno de los ejemplos de una pelÃcula que no renuncia a los momentos
gore y a los golpes de efecto más o menos previsibles. Como suele ser
habitual, y después del éxito del primer filme, la pelÃcula deja la
puerta a una nueva secuela que siga exprimiendo los hallazgos del
original.
En definitiva, "Saw 2" es un entretenido filme de consumo no apto para
mentes sensibles y poco amigas de lo convencional.
Jigsaw (el Puzzle). Dispuesto a jugar a ser Dios, el nuevo villano parecÃa
tener un especial interés en encerrar a sus vÃctimas en espacios
cerrados, donde los sometÃa a unas terribles pruebas en las que se jugaban
su propia vida y en donde se ponÃa en juego su propia inteligencia. Sin
embargo, y como todo buen jugador, Jigsaw se guardaba un as en la manga
que le permitÃa ganar la partida. .
Sólo un año después, y tras recaudar más de 100 millones de dólares sólo
en Estados Unidos, los productores del filme han decidido probar suerte
comercial con una secuela. "Saw 2" repite los elementos de su predecesor,
aunque aumentando el número de jugadores y mostrándonos algo de la vida del
psicópata, un hombre aquejado por una enfermedad terminal dispuesto a
jugar con sus vÃctimas como peones en una tabla de ajedrez. En este caso,
sus peculiares prisioneros son un grupo de personas con antecedentes
penales. Sin embargo, y aunque ellos no lo sepan, tienen algo más en común.
Por otra parte, y como un elemento importante para aumentar el interés de
la partida, Jigsaw se enfrentará cara a cara con un policÃa que, no
por casualidad, es el padre del más joven de los prisioneros.
Con todos estos ingredientes, "Saw 2" se convierte en un pasatiempo lleno
de trampas, acertijos, efectismos e imágenes truculentas. Sólo hay que
comprobar los primeros 5 minutos de la cinta, en los que vemos cómo
Jigsaw somete a una terrible y sangrienta prueba a un soplón de la
policÃa para ver qué es lo que veremos en el resto del filme. Esto es sólo
uno de los ejemplos de una pelÃcula que no renuncia a los momentos
gore y a los golpes de efecto más o menos previsibles. Como suele ser
habitual, y después del éxito del primer filme, la pelÃcula deja la
puerta a una nueva secuela que siga exprimiendo los hallazgos del
original.
En definitiva, "Saw 2" es un entretenido filme de consumo no apto para
mentes sensibles y poco amigas de lo convencional.
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