Una canción del pasado
Crítica
Julio Vallejo
Secretos casi inconfesables, pasiones más o menos contenidas, un pasado turbio, personajes a la deriva y un tiempo que parece dilatarse son elementos comunes en los textos de algunos de los mejores escritores del sur de los Estados Unidos. Carson McCullers, Truman Capote, Tennessee Williams o Flannery O´Connor fueron algunos de los representantes más ilustres de esta peculiar corriente literaria. "Una canción del pasado" parece ser la particular puesta al dÃa de algunos de los temas recurrentes en estos grandes autores.
Ambientada en la fascinante Nueva Orleáns, el primer largometraje de ficción de Shainee Gabel cuenta la historia de Pursy (Scarlett Johansson), una adolescente rebelde que vuelve a su pueblo natal tras la muerte de su madre. AllÃ, en la casa de su progenitora, se encontrara con Bobby Long (John Travolta), un borrachÃn profesor, y su también alcohólico pupilo, Lawson Pines (Gabriel Match). Su relación con ambos, dos ex amantes de su madre, no será buena en un principio, aunque, poco a poco, los tres se convertirán en una peculiar y atÃpica familia.
Con estos elementos, la directora y guionista norteamericana realiza un filme reposado y decididamente pausado que apuesta por el retrato de tres personajes en busca de asideros vitales. En este sentido, la pelÃcula prefiere mostrarnos las entrañas de sus protagonistas a contar una historia más o menos equilibrada. Por esta razón, Gabel, que toma como base la novela "A Love Song for Bobby Long", parece dar más importancia a los diálogos que a una trama algo dispersa. Esta elección, discutible en términos narrativos, se muestra eficaz en la práctica y nos permite ahondar en unos personajes que esconden muchos secretos. Sin embargo, todo esto no funcionarÃa sin la magnÃfica labor de un simpático John Travolta, de una sensual Scarlett Johansson y de un estupendo Gabriel Match. Los tres logran que nos creamos esta historia de personajes en busca de esa cosa llamada felicidad. Una búsqueda que, como toda buena historia sureña, está plagada de blues y largas tardes en el porche delantero de una casa
Ambientada en la fascinante Nueva Orleáns, el primer largometraje de ficción de Shainee Gabel cuenta la historia de Pursy (Scarlett Johansson), una adolescente rebelde que vuelve a su pueblo natal tras la muerte de su madre. AllÃ, en la casa de su progenitora, se encontrara con Bobby Long (John Travolta), un borrachÃn profesor, y su también alcohólico pupilo, Lawson Pines (Gabriel Match). Su relación con ambos, dos ex amantes de su madre, no será buena en un principio, aunque, poco a poco, los tres se convertirán en una peculiar y atÃpica familia.
Con estos elementos, la directora y guionista norteamericana realiza un filme reposado y decididamente pausado que apuesta por el retrato de tres personajes en busca de asideros vitales. En este sentido, la pelÃcula prefiere mostrarnos las entrañas de sus protagonistas a contar una historia más o menos equilibrada. Por esta razón, Gabel, que toma como base la novela "A Love Song for Bobby Long", parece dar más importancia a los diálogos que a una trama algo dispersa. Esta elección, discutible en términos narrativos, se muestra eficaz en la práctica y nos permite ahondar en unos personajes que esconden muchos secretos. Sin embargo, todo esto no funcionarÃa sin la magnÃfica labor de un simpático John Travolta, de una sensual Scarlett Johansson y de un estupendo Gabriel Match. Los tres logran que nos creamos esta historia de personajes en busca de esa cosa llamada felicidad. Una búsqueda que, como toda buena historia sureña, está plagada de blues y largas tardes en el porche delantero de una casa
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