Remake

En 2001, Julio Wallovitz y Roger Gual sorprendían al público español con "Smoking Room", la ópera prima de ambos en el terreno de los largometrajes. El filme, ganador de un Goya a la Mejor Dirección Novel, consiguió impresionar a casi todos por sus excelentes diálogos, la impresionante dirección de un extenso reparto y una trama que diseccionaba el ambiente laboral de manera realmente certera.

Un lustro después de su primera experiencia en el largo, Roger Gual, ya sin Julio Wallovitz, vuelve a la gran pantalla con "Remake", una película coral donde enfrenta a los ya avejentados hippies de los setenta con sus talluditos cachorros. Como excusa argumental, el realizador barcelonés reúne a padres e hijos en una casa de campo. Allí, carrozas y treintañeros recordarán los tiempos en que vivían de forma comunal. El pasado, presente a través de las grabaciones en Super 8, les hará ver cómo es imposible un remake de aquel tiempo supuestamente dorado. Los mayores se darán cuenta de cómo traicionaron sus ideales libertarios, mientras que los más jóvenes tomarán conciencia de su vacía existencia. Además, y por si fuera poco, las diferencias personales entre vástagos y progenitores se harán aún más notorias.

Sin ningún tipo de complacencia, Gual, con la ayuda del guionista Pedro Calvo, disecciona las miserias de este peculiar grupo. A través de unos espléndidos diálogos, los responsables del filme nos muestran cómo ninguno de los participantes en el peculiar reencuentro puede pedir cuentas a cualquier otro miembro del grupo. Ninguno de ellos puede escapar de sus errores y, por lo tanto, no puede reprochar a nadie nada sin analizar sus propias faltas. Con unos actores absolutamente adecuados a sus diferentes roles y una puesta en escena sobria, el director de "Smoking Room" realiza una película dolorosa e intensa donde todos nos podemos ver reflejados en algún aspecto de sus algo perdidos personajes.