Inside deep throat

Crítica

Julio Vallejo

En 1972 una película revolucionó la Norteamérica de Nixon. Con un presupuesto ínfimo para la época y rodada en muy pocos días, "Garganta Profunda" atrajo la atención de todos por su manera desprejuiciada de abordar la sexualidad y, sobre todo, de abordar algo tan normal como el sexo oral. Las aventuras de una joven que descubre que tiene el clítoris en la garganta consiguieron atraer a un público que no solía visitar las salas X. Con más de 600 millones de dólares recaudados, la película se convirtió en una de las más rentables de la historia del cine y también en una de las más taquilleras. Sin embargo –y vista desde la distancia que dan los años–, uno se pregunta las razones de que la película haya pasado a la posteridad con un guión casi inexistente, una fotografía bajo mínimos y unos actores que más que interpretar se limitaban a repetir las frases del libreto. Sólo dos cosas quedan claras: la inmensa capacidad de Linda Lovelance, la protagonista del filme, para la felación y la gran repercusión que tuvo en la sociedad norteamericana de su tiempo. Sobre este último aspecto es sobre el que se construye "Dentro de Garganta Profunda", un curioso largometraje que intenta explicar el fenómeno de la famosa película porno.

Fenton Bailey y Randy Barbato, los dos responsables del largometraje, comienzan su documental intentando analizar la génesis de un filme como "Garganta Profunda". Para ello, la pareja de realizadores entrevista a Gerard Damiano, el director de la mítica película porno. El realizador, un anciano que vive con dos de sus hijos, cuenta, entre sorprendido y divertido, como la película se rodó casi por casualidad y aprovechando las capacidades para chupadoras de Linda. De hecho, la capacidad para la felación de ésta fue la que inspiró el guión del filme. Con ayuda de algunos de los responsables del filme, Damiano nos hace su peculiar making of del famoso largometraje. También nos revela algo curioso: el cine porno era el banco de pruebas para muchos aficionados que querían convertirse en directores de cine. A este respecto cabe señalar la corta intervención de Wes Craven. El responsable de "Scream" y "Pesadilla en Elm Street", algo avergonzado, reconoce que empezó en el género aunque no recuerda los títulos que rodó en aquel tiempo.

Tras esta peculiar narración de lo sucedido, los realizadores analizan el impacto de la película en su exhibición en los cines. Bailey y Barbato recogen las declaraciones de archivos de aquellos que salían del cine después de ver "Garganta Profunda". En este aspecto es destacable la divertida la intervención de una amable ancianita que defiende su derecho a ver un película guarra. Los dos realizadores también nos muestran la simpatía que el filme suscitó entre algunos actores, como Jack Nicholson y Warrem Beatty, y entre celebridades del calibre de Jackie Kennedy. Todo ello sirvió para que actores y director se convirtieran en estrellas por un día. Es precisamente hasta este momento donde los dos realizadores consiguen un filme fluido, ágil y muy entretenido, que se beneficia de la sabia utilización de las imágenes de archivo, de la música de la época, de las entrevistas a los responsables de "Garganta Profunda" y de algunos pilares de la cultura norteamericana como Norman Mailer o Gore Vidal.

Sin embargo, y cuando los directores se dedican a analizar el lado oscuro del éxito del filme, el documental decae de cierta manera. La trasformación de Linda Lovelance en detractora del porno, la vinculación de alguno de los responsables del filme con la mafia, el proceso judicial al actor protagonista y las trabas que pusieron al largometraje los grupos más conservadores y los supuestamente progresistas no están narrados con la misma energía que el resto del filme.

Pese a todo, "Dentro de Garganta" es un interesante documental que más que ser un largometraje sobre una película porno supone una radiografía de unos Estados Unidos de América que, tras la explosión hippy, se convertía poco a poco en el país ultraconservador que es ahora.

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