Dias de Cine, película (2007)

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Estreno	09-02-2007
Año	2007
Duración	0 minutos
Género	Comedia
Título Original	DÃas de Cine
País	EspaÃ±a
Dirección	David Serrano
Guión	David Serrano, Alberto San Juan
Música	Miguel Malla
Fotografía	Kiko de la Rica

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Sinopsis

Invierno de 1977. Club ?La Noche?. Silvia Conde una folclÃ³rica de renombre, con mÃ¡s de treinta aÃ±os, y un poderÃo sexual innegable, hace retumbar las paredes con su voz de trueno, sostenida por un conjunto elÃ©ctrico, medio gitano, medio ye ye. MÃ¡s allÃ¡ del diminuto escenario, iluminado por luces de colores, el local, abarrotado de pÃºblico, esta sumido en una penumbra que apenas deja ver el ennegrecido terciopelo rojo que cubre asientos y paredes. Un camarero sirve copas frenÃ©ticamente, algunas parejas aprovechan las sombras para explorarse mutuamente, otros jalean a la cantante sin todo el respeto que merece su arte. Entre el pÃºblico, agobiado por el humo, el ruido y el calor, aunque sin quitarse su pelliza, Federico SolÃ¡ (prestigioso hombre de teatro y antifranquista destacado) mira con distancia el espectÃ¡culo que se desarrolla en el escenario y en el resto del club. Junto a Ã©l, Manolo, compaÃ±ero del grupo de teatro, atiende encantado al show. Manolo ha sido quien ha llevado a Federico a ver el espectÃ¡culo, la idea es transmitirle a Federico que para poder llevar a cabo la pelÃcula que quiere dirigir: ?Encerrados en la mina?, un duro drama social sobre los trabajadores del sector minero, necesita una estrella que le ayude a poner en pie el proyecto y esta podrÃa ser Silvia Conde.

Silvia Conde no solo estÃ¡ por la labor de participar en el largometraje, que para ella serÃa volver al candelero tras unos aÃ±os aciagos en su carrera, sino que incluso ya ha buscado un productor amigo suyo para que saque adelante el proyecto. El productor no es otro que JosÃ© MarÃa Culebras, productor de escasa reputaciÃ³n, ludÃ³pata, mujeriego, un hombre capaz de vender a su hermano a cambio de poco, muy poco, no parece ni mucho menos el mejor productor para la pelÃcula de Federico. Silvia, a la que Culebras descubriÃ³ cuando la niÃ±a apenas tenÃa ocho aÃ±os convirtiÃ©ndola en un autÃ©ntico fenÃ³meno de masas (aunque ahora esos aÃ±os de gloria quedan ya bastante lejos), ve en el guiÃ³n de Federico el papel dramÃ¡tico que lleva tanto tiempo esperando y que le permitirÃ¡ volver al estrellato cinematogrÃ¡fico, por lo que a Culebras no le quedarÃ¡ mÃ¡s remedio que lanzarse a producirla (mÃ¡s que nada porque su Ãºnica fuente de financiaciÃ³n proviene de un constructor de aÃºn mas escasa reputaciÃ³n que Ã©l mismo cuyo Ãºltimo capricho es acostarse con la gran Silvia).

Comienza asÃ un rodaje en el que todos tiran para su lado sin ponerse nunca de acuerdo, en el que, como todos los rodajes, surgen amores y buenas amistades, y en el que, sobre todo, aparecerÃ¡n personajes mÃ¡s que peculiares, desde un censor con Ãnfulas de artista, admirador por igual de Alfredo Mayo que de Juanita Reina, hasta Benito Magallanes, actor medio tartamudo que ha heredado un dinero y quiere invertirlo en su carrera cinematogrÃ¡fica.

Todos verÃ¡n en la pelÃcula su Ãºltima oportunidad para engancharse al tren de la fama, para cumplir sus sueÃ±os de gloria. Poco o nada les importarÃ¡n las ideas de los demÃ¡s: Culebras intentarÃ¡ hacer una pelÃcula erÃ³tica, Federico un drama social, Silvia un musical y Benito una de aventuras, convirtiÃ©ndose el rodaje en un caos que se parecerÃ¡ mÃ¡s al camarote de los Hermanos Marx que a cualquier otra cosa.