Declaradme culpable
Crítica
Julio Vallejo
Miembro de la denominada generación de la televisión, Sidney Lumet se ha convertido en un especialista en pelÃculas policÃacas y en filmes de juicios. En este último subgénero, el realizador puede incluso presumir de haber parido obras del calibre de "Doce hombres sin piedad" o "Veredicto final". Tras el horrible remake de "Gloria", muchos creÃamos que el veterano realizador no volverÃa a la pantalla grande. Sin embargo, y con el apoyo del estomagante actor Vin Diesel, el director de "La noche cae sobre Manhattan", parece volver al amparo de Hollywood con "Declaradme culpable", un filme donde vuelve a hablarnos de juicios.
La pelÃcula, basada en los procesos contra Giacomo DiNorsio y otros capos de la mafia, trata de ser una extraña mezcla de comedia y de clásica pelÃcula de juicios. Por un lado, Lumet y sus guionistas nos intentan describir al propio DiNorsio, un jefe mafioso y chistoso que decidió defenderse por su cuenta en el proceso abierto contra él. Por otra parte, el responsable de "El abogado del diablo" intenta realizar un largometraje judicial más o menos al uso. En este último aspecto, el director fracasa al no explicar convenientemente cuáles son los delitos de los que se acusa a los capos y no dar demasiada importancia a los testimonios de los acusados. En cuanto al retrato del chistoso capo, Lumet y ese pedazo de mármol llamado Vin Diesel sólo consiguen que el personaje de DiNorsio, un mafioso con tendencia al humor grueso, parezca sacado de una comedia de Jim Abrahams y no de la más cruda realidad. En este sentido, sólo el trabajo de actores de la talla de Peter Dinklage, Anabella Sciorra o el gran Ron Silver consigue dotar de cierta veracidad a una pelÃcula que resulta tan ridÃcula como el peluquÃn postizo que luce esa nulidad llamada Vin Diesel.
La pelÃcula, basada en los procesos contra Giacomo DiNorsio y otros capos de la mafia, trata de ser una extraña mezcla de comedia y de clásica pelÃcula de juicios. Por un lado, Lumet y sus guionistas nos intentan describir al propio DiNorsio, un jefe mafioso y chistoso que decidió defenderse por su cuenta en el proceso abierto contra él. Por otra parte, el responsable de "El abogado del diablo" intenta realizar un largometraje judicial más o menos al uso. En este último aspecto, el director fracasa al no explicar convenientemente cuáles son los delitos de los que se acusa a los capos y no dar demasiada importancia a los testimonios de los acusados. En cuanto al retrato del chistoso capo, Lumet y ese pedazo de mármol llamado Vin Diesel sólo consiguen que el personaje de DiNorsio, un mafioso con tendencia al humor grueso, parezca sacado de una comedia de Jim Abrahams y no de la más cruda realidad. En este sentido, sólo el trabajo de actores de la talla de Peter Dinklage, Anabella Sciorra o el gran Ron Silver consigue dotar de cierta veracidad a una pelÃcula que resulta tan ridÃcula como el peluquÃn postizo que luce esa nulidad llamada Vin Diesel.
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