De-Lovely
Crítica
Julio Vallejo
Afamado productor de tÃtulos mÃticos de la historia del cine de los últimos 25 años ("Toro Salvaje", "Elegidos para la gloria", "Uno de los nuestros") , Irwin Winkler ha desarrollado también una bastante menos interesante carrera como realizador. PelÃculas como "Caza de Brujas", "La red" o "La casa de tu vida" son ejemplo de lo que puede hacer un artesano sin personalidad en el algo aburrido Hollywood de los últimos 15 años. De-Lovely, un extraño musical sobre la curiosa historia de amor entre el compositor Cole Porter y su esposa Linda, supone, en este sentido, un pequeño desafÃo en la carrera del realizador.
En primer lugar, Winkler decide -aunque esto no sea un alarde de originalidad- convertir la vida del Cole Porter en un musical plagado de sus más famosas composiciones. De esta manera, cada una de las canciones se convierte en un reflejo del estado de ánimo del compositor en cada una de las etapas de su vida. Por otra parte, el propio Cole Porter -envejecido y con problemas de movilidad- se convierte en un espectador que tiene mucho que ver con los mÃticos musicales en los que participó. En este sentido, todo el filme -y quiero pensar que es algo premeditado- desprende una sensación de gran decorado irreal. Sin embargo, justamente ese toque de falso y algo acartonado es el que quizá perjudica al eje central de la pelÃcula: la historia de amor entre Porter y Linda. En ningún momento, y pese a los esfuerzos de unos acertados Kevin Kline y Ashley Judd, el filme consigue hacer digerible la increÃble historia de amor entre un gay promiscuo y una mujer abnegada. Todo se queda en un intento de recrear una época y unos temas que hicieron historia en la cultura norteamericana.
En definitiva, pese al buen acabado formal, "De-Lovely" es un bastante superficial biopic musical de uno de los grandes compositores del pasado siglo XX. Parece que -como ya ocurriera con "Noche y DÃa", el increÃble filme sobre la vida de Porter rodado por Michael Curtiz - Hollywood es incapaz de rodar con algo de pasión la increÃble vida del autor de canciones como "Night and Day", "In The Still of The Night", "Beguin the Beguine" o "Just One of Those Things".
En primer lugar, Winkler decide -aunque esto no sea un alarde de originalidad- convertir la vida del Cole Porter en un musical plagado de sus más famosas composiciones. De esta manera, cada una de las canciones se convierte en un reflejo del estado de ánimo del compositor en cada una de las etapas de su vida. Por otra parte, el propio Cole Porter -envejecido y con problemas de movilidad- se convierte en un espectador que tiene mucho que ver con los mÃticos musicales en los que participó. En este sentido, todo el filme -y quiero pensar que es algo premeditado- desprende una sensación de gran decorado irreal. Sin embargo, justamente ese toque de falso y algo acartonado es el que quizá perjudica al eje central de la pelÃcula: la historia de amor entre Porter y Linda. En ningún momento, y pese a los esfuerzos de unos acertados Kevin Kline y Ashley Judd, el filme consigue hacer digerible la increÃble historia de amor entre un gay promiscuo y una mujer abnegada. Todo se queda en un intento de recrear una época y unos temas que hicieron historia en la cultura norteamericana.
En definitiva, pese al buen acabado formal, "De-Lovely" es un bastante superficial biopic musical de uno de los grandes compositores del pasado siglo XX. Parece que -como ya ocurriera con "Noche y DÃa", el increÃble filme sobre la vida de Porter rodado por Michael Curtiz - Hollywood es incapaz de rodar con algo de pasión la increÃble vida del autor de canciones como "Night and Day", "In The Still of The Night", "Beguin the Beguine" o "Just One of Those Things".
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