Moolaade

Crítica

Julio Vallejo

Escasas, muy escasas son las ocasiones que tenemos los espectadores españoles de disfrutar el cine africano. La mínima producción del continente sólo llega a las salas del propio país de origen y, muy esporádicamente, consigue exhibirse en algún festival de prestigio. Cuando alguna de estas películas llama la atención de la crítica en una de estas muestras, y si una distribuidora arriesgada se interesa por ella, el filme consigue llegar a nuestro país. Éste es el que caso de "Mooladé (Protección)", un largometraje senegalés que consiguió el premio "Una cierta mirada" en el Festival de Cannes de 2004.

El filme, dirigido por Ousmene Sembene, cuenta la historia de Collé Ardo, una mujer que impidió que su hija fuera sometida a la ceremonia de la ablación del clítoris y que ahora, siete años después de aquel desafío a la comunidad musulmana donde vive, da su protección –la denominada Mooladé- a un grupo de niñas que iban a someterse a tan cruel ceremonia.

Con una narración que combina dramatismo y humor, Ousmane Sembene, uno de los realizadores más experimentados del cine africano, nos ofrece una historia sencilla y reivindicativa en la que no hay buenos y malos, aunque sí costumbres negativas. En este sentido, y con cierto ánimo aleccionador, el director nos muestra como ciertas actitudes –en este caso, la ablación del clítoris- no son propias de la religión musulmana y sí lo son de unas costumbres que van contra los más fundamentales derechos humanos. Recreándose en el color de los vestidos y en las peculiaridades africanas, Sembene hace el retrato coral de un pueblo que se resiste al inevitable progreso. En este sentido, los medios de comunicación –en este caso la radio- y los cambios de costumbres –el derecho de toda mujer a no sufrir la amputación de sus órganos sexuales- son la amenaza contra la que lucharán los hombres de la aldea y algunas mujeres algo retrogradas. Ambos grupos ven en Collé Ardo, la personificación de estas amenazas. Sin embargo, Collé, con su fuerza y determinación, les hará ver que están equivocados.

Con ánimo de denunciar la ablación, una práctica que ya han sufrido 130 millones de mujeres y niñas, el director realiza una bonita y sencilla película que se beneficia de la magnífica interpretación de Fatoumata Coulibaly, encargada de interpretar a la valiente Collé. Sólo el algo excesivo metraje de casi dos horas y cierta tendencia al subrayado lastran un poco una película sencilla y diferente.

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