Los renegados del diablo

Crítica

Diego Salgado

Secuela de "La Casa de los Mil Cadáveres" (2003), realizada igualmente por el músico Rob Zombie. El autor demuestra haber aprendido algo de cine entre una producción y otra. Sin embargo el resultado de "Los Renegados del Diablo" tampoco es como para tirar cohetes.

La película arranca donde terminaba la anterior: los diabólicos Otis (Bill Moseley), Baby (Sheri Moon), Mama Firefly (Leslie Easterbrook) y el Capitán Spaulding (Sid Haig) se ven acosados por la policía, algo comprensible dada su tendencia a torturar y liquidar a viajeros despistados. Aunque logran escapar al cerco impuesto por el sheriff Wydell (William Forshyte), éste no ceja en su obsesión por atraparles, y ellos tampoco pueden evitar el seguir matando.

Si "La Casa de los Mil Cadáveres" no pasaba de ser una colección de cromos surreales y sin hilación a cuenta de la fijación de Zombie con la estética del cine de terror norteamericano producido en la década de 1970, "Los Renegados del Diablo" abunda en lo mismo –el regodeo en la estética de la época, algunos cameos "ilustres"- pero con cierta capacidad visual. Lástima que el guión no dé más que para muertes tan previsibles como dilatadas, conversaciones premeditadamente estúpidas, una curiosa inversión de papeles –el agente de la ley se convierte en la segunda mitad del film en el asesino en serie-, y una glorificación final de los criminales no solo repulsiva sino ineficaz.

La película consigue en algunos momentos impregnar al espectador de su atmósfera enfermiza. No basta para justificar lo que en conjunto no trasciende la broma de dudoso gusto.

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