La ventana secreta

A pesar de ser conocido como guionista de éxitos del calibre de "Parque Jurásico", "La habitación del pánico" o "Spiderman", David Koepp ha desarrollado una corta pero interesante carrera como realizador. En este sentido, tanto "El efecto Dominó", un filme que analizaba los efectos de un apagón sobre un grupo de personajes, como "El último escalón", aquella peculiar historia de fantasmas basada en un libro de Richard Matheson, nos mostraban a un director muy preocupado por el retrato de personajes y la creación de atmósferas más o menos inquietantes.

"La ventana secreta", su tercer filme, resulta, en este aspecto, una decepción más que considerable. Por desgracia, el largometraje, basado en un texto de Stephen King, es un verdadero despropósito. Con un guión lleno de trampas y una realización más propia de un filme de sobremesa, Koepp nos cuenta la historia de Mort Rainey, un neurótico escritor que sufre los ataques de John Shooter, un paleto que le acusa de haber plagiado uno de sus cuentos. Sin embargo, y como muchos adivinarán, nada es lo que parece en este largometraje que le debe más a Stephen King que al propio Koepp. En este sentido, Mort Rainey tiene bastante que ver con Jack Torrance, aquel escritor loco de "El resplandor", la película de Stanley Kubrick basada en un texto del escritor estadounidense. Ambos parecen aquejados de la misma sequía de ideas y de cierto desequilibrio emocional. Por si fueran pocas las coincidencias, los dos viven en lugares un tanto apartados de la civilización, aunque, en el caso de "La ventana secreta", la casa de Mort no tenga la importancia del hotel de la película de Kubrick. Sin embargo, a diferencia de "El Resplandor", "La ventana secreta" no nos muestra claramente el proceso de enloquecimiento del protagonista; prefiere, por el contrario, ocultarlo para utilizarlo como elemento sorpresa. Una estrategia que ya fue utilizada de similar forma en "Session 9", aquel tramposo pero interesante largometraje de Brad Anderson.

Por si las trampas y la falta de garra en la dirección no fueran suficientes para hundir el filme, Koepp tampoco parece muy lucido a la hora de dirigir a sus actores. En este aspecto, cabe destacar la anodina interpretación de Johnny Depp y el histérico trabajo de un patético John Turturro.

En resumen, "La ventana secreta" es sólo recomendable para fans acérrimos de las adaptaciones de Stephen King. El resto puede pasar olímpicamente de ella.