El discurso del Rey

Crítica

Enzo Cinéfilo

En pocas palabras: Película terapéutica. Una cinta que habla del esfuerzo, de la dedicación, de la responsabilidad y de la superación. En esta película uno/a sufre en sus carnes la angustia del protagonista en cada balbuceo debido a su tartamudez; busca con él alternativas desesperadas; trabaja duro, progresa, recae y por último encuentra la recompensa a ése trabajo. Y además de todo eso, es una película basada en hechos reales, nada más y nada menos que la historia de Jorge VI, Rey del Reino Unido.

En muchísimas cintas, se dedica un escasísimo tiempo a la preparación del protagonista en su camino hacia el éxito. Véase los escasos minutos de gimnasio de Rocky en sus films y el notable rendimiento que obtiene de ellos. Sin embargo, lo grandioso de esta película, es que nos saca del engaño de los resultados rápidos sin esfuerzo. En muchas escenas vemos al protagonista repitiendo, recitando sus ejercicios sin el profesor delante, con el afán de superarse. Ésa es la verdadera moralina de la película. Su terapeuta le propone, pero se recalca el esfuerzo realizado por el protagonista para que dé frutos.

A destacar también el papel de las esposas de los protagonistas, capaces de guiar a sus maridos en los momentos de pesadumbre y dificultad.

¿De qué trata? Debido a la tartamudez crónica que padece, Alberto Federico Arturo Jorge de Windsor (padre de la actual Reina de Inglaterra), decide ponerse en manos de numerosos logopedas para superar su problema, ya que por su cargo ha de hacer frente a numerosos discursos y reuniones sociales. Frustrado tras intentarlo una y otra vez sin éxito, recurre gracias a su mujer a la ayuda de un terapeuta del habla, australiano y poco convencional, Lionel Logue. Tras la muerte del Rey del Reino Unido, Jorge V (su padre), se precipitan los acontecimientos y la sucesión al trono queda en manos de su hijo mayor Eduardo VIII, hermano de nuestro protagonista. Sin embargo, es capaz de abdicar por sus líos amorosos y su escaso sentido de la responsabilidad, quedando el reinado en manos del ahora Jorge VI. No le queda más remedio que confiar en la terapia de Lionel y sus métodos poco ortodoxos, para que su voz entre en los hogares de los conciudadanos del Reino Unido y Ultramar, en tiempos tan difíciles como el comienzo de la II Guerra Mundial.

Los actores y sus personajes: Colin Firth como el Rey Jorge VI, incomensurable. Recomendable ver la película en versión original, para apreciar la gran labor vocal del actor. Óscar casi de obligado cumplimiento, sino pasa nada extraño.

Geoffrey Rush como el terapeuta del Rey, Lionel Logue. Excéntrico, entrañable, acompaña sino supera la gran actuación de Colin Firth. La amistad que ambos personajes entablan es creíble pese a lo encorsetado de las relaciones sociales de la época y de las relaciones que se pueden establecer con un Rey. Sin embargo, nuestro humilde logopeda no duda en llamarlo por su nombre de pila, Bertie. Otro Óscar, por favor.

Helena Bonham Carter es Isabel Bowes-Lyon, reina consorte de Jorge VI y futura Reina Madre, es indispensable en el film. Ayuda a su marido en todo momento, esperanzándole en una mejoría, si sigue buscando una solución a sus problemas del habla. Es ella la que busca y encuentra a Lionel Logue.

El director. Tom Hooper tras de Damned United, nos trae esta perla. Es sumamente difícil extraer una gran historia de un hecho histórico tan concreto. El director hace una apuesta algo arriesgada. Deja de un lado los acontecimientos históricos que se vivían en esos momentos tan convulsos y decisorios en la Historia de la Humanidad, y se centra en las historias humanas que vivieron sus personajes. Pero una cosa está clara, si se hubiera distraído en contar otras cosas, la película no tendría el resultado que ha tenido y que buscaba. Sin duda, le habrá dado muchas vueltas a este tema.

Por otro lado un gran trabajo de documentación. Una excelente banda sonora y una exquisita recreación de la época lo avalan.

Se nota que es un film inglés ya que si hubiera sido americano, la primera escena en el estadio de Wembley, hubiera sido intercambiada por la última, para mayor gesta épica. Un tanto intimista el final, que viene a recalcar que los logros se consiguen poco a poco, no se puede hacer magia de un día para otro.

"La frase": - Olvídese de todos y dígamelo a mí. (Lionel Logue en el discurso final).

"La nota": Un 9. Amistad, humor, ironía, grandes interpretaciones y esfuerzo merecen este 9.

"El consejo": Vas a reír y puede que llorar de emoción, tartamudear y dar un discurso. ¿Alguien da más por un ticket de cine?.

Enzo Cinéfilo

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