Star Wars: La venganza de los Sith - Episodio III

Crítica

Diego Salgado

Sentía uno cierta prevención hacia esta película. No siendo un forofo
enloquecido de "Star Wars", los infantiloides y plomizos capítulos I y II de
la saga no permitían albergar demasiadas esperanzas al respecto de "La
Venganza de los Sith".

Sin embargo hay que reconocer que Lucas ha logrado esta vez, en el momento
más delicado, conjugar con acierto los aspectos que constituyen la esencia
de la serie: Las aventuras de los personajes emocionan, la historia engarza
los sucesos previos y posteriores sin demasiados tropiezos, y los diseños y
efectos consiguen sumergir al espectador en un universo fantástico y
coherente.

"La Venganza de los Sith" arranca con la democracia galáctica amenazada en
numerosos frentes por la alianza separatista. El general Grievous (Matthew
Wood) y el Conde Dooku (Christopher Lee) se han atrevido a secuestrar al
Canciller Supremo de la República (Ian McDiarmid). Los caballeros jedi
acuden a su rescate, aunque algunos de ellos, como Yoda (Frank Oz), Mace
Windu (Samuel L. Jackson) y Obi Wan Kenobi (Ewan McGregor), ya no confíen en
el hombre que deben liberar, y tampoco en su compañero Annakin Skywalker
(Hayden Christensen). Annakin, en efecto, se debate entre su condición de
jedi, el temor a que su amada Padme (Natalie Portman) muera al dar a luz al
hijo de ambos, y la influencia sibilina que el Canciller ejerce sobre él.

Las intrigas políticas, el romance trágico, las dudas, las traiciones, la
violencia, se suceden a ritmo trepidante, de hecho telegráfico y esquemático
en ocasiones debido a la cantidad de información que Lucas ha de integrar en
140 minutos. Además, vale la pena prestar atención a los múltiples detalles
visuales que adornan la función y no solo por su brillantez, sino porque
anticipan acontecimientos que se desarrollarán en los capítulos IV, V y VI.

El filme es agotador. Pero cumple las expectativas como espectáculo total, y
a pesar de su simpleza dramática impacta en los momentos adecuados. Una
agradable sorpresa, que valdrá la pena revisar cuando salga en DVD. Lo que
no puede decirse de los anteriores capítulos.

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