Nunca me abandones

Crítica

Enzo Cinéfilo

En pocas palabras: Infumable. Angustiosa. Lentísima. Horrorosa. Triángulo amoroso ambientado en unas condiciones inverosímiles y con unos personajes de risa, sin sangre y muchas veces sin cerebro. ¿Qué se les debió pasar por la cabeza a estos actores (sobre todo a Keira) para escoger este papel? Dan ganas de levantarse de la butaca y abandonarlos en la gran pantalla merecidamente.

¿De qué trata? Tres compañeros de orfanato que van tejiendo una relación de amistad, amor, celos y envidias, con una circunstancia añadida: conocen el angustioso fin que les espera. No llegarán a ser adultos porque habrán de donar varios de sus órganos cuando alcancen cierta edad, ya que se tratan de clones creados para tal fin. Ambientada en la Inglaterra de los años 70, 80 y 90, donde por supuesto esta tecnología no existía, hace del todo inverosímil el relato y la trama se cae por su propia incoherencia. Está basada en la novela de novela de Kazuo Ishiguro.

Los actores y sus personajes: Keira Knihtley como Ruth. Es una adolescente que tenía envidia del amor que se profesaban sus dos amigos y decide interponerse entre ellos ligándose a Tom. Más tarde redime sus pecados. Aparece como sus compañeros únicamente en la mitad del film en la cual son ya adultos. Keira ¿qué has hecho? Sin embargo su extrema delgadez, le ayuda a interpretar el papel de enferma convaleciente.

Andrew Garfield como Tommy. El chico algo atontado que se cogía berrinches en el colegio, que amaba a su amiga Kathy pero que no sabe ni él mismo, por qué se lía con Keira. De nuevo Andrew da muchas muestras de que el papel de Spiderman le quedará muy, muy grande. Se avecina desastre arácnido. Pobres generaciones venideras si identifican a Spiderman con Andrew.

Carey Mulligan como Kathy, la alumna que se enamora de Tommy profundamente y tiene que soportar como su compañera de clase le arrebata lo que más quiere. Le gusta escuchar la cinta de cassette que Tommy le regaló en un rastrillo, cuya canción favorita es "never let me go". Cary después de hacer un gran trabajo en "An education" mete la pata hasta el fondo al escoger este papel. Lleno de ñoñería no alcanza a empatizar con el público.

El director es Mark Romanek se basa en la prestigiosa novela de Kazuo Ishiguro, pero no consigue ni por esas, un buen resultado. Realiza un pésimo trabajo pese a ser considerado un gran director de videoclips y con un futuro prometedor en el séptimo arte. Su última película se remonta al 2002 siendo ésta "One our photo". Con dejar horas la cámara fija en un paisaje, con decir a tus actores y actrices que casi susurren y que los diálogos los eternicen pese a contener dos frases, no se consigue necesariamente un efecto sentimental en el film, ni se conecta emocionalmente con los espectadores. Alguien debería habérselo dicho ya.

"La frase": Sin duda, la última de la película, porque sabes a ciencia cierta que el terrible tormento ha acabado.

"La nota": Un 0. Algún día tenía que llegar esta calificación traumática.

"La advertencia":Esta película puede provocar somnolencia y el síndrome del dinero mal invertido.

Enzo Cinéfilo

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