Hellboy

Oscura y extraña, "Hellboy" es el resultado de la confluencia de dos genios: Mike Mignola y Guillermo del Toro. Mignola, uno de los grandes cómic norteamericano, se encargó primero de dar vida al superhéroe en el tebeo homónimo; mientras que Del Toro, director de las tétricas y góticas "Cronos" y "Mimic", ha sido el responsable de llevar a la pantalla las aventuras de este extraño personaje con apariencia de demonio y corazón de hombre.

Sin estar entre las mejores adaptaciones cinematográficas del mundo de los superhéroes, "Hellboy" puede considerarse como una película más que digna. El tono lúgubre de todo el filme y el fascinante look visual colocan al filme a años luz de fiascos como "Daredevil" o las últimas adaptaciones de Batman perpetradas por Joel Schumaker, aunque, debido a un guión un tanto flojo, muchas interesantes ideas del filme quedan sólo esbozadas. De esta manera, y quizá por el empeño de crear una película espectacular y llena de efectos especiales, el filme descuida un tanto a sus extraños y torturados protagonistas. Del Toro, que asume también la labor de guionista, no profundiza en dos aspectos que podrían favorecer a la película: el carácter dual de Hellboy- mitad demonio, mitad humano- y la atracción que siente éste por Liz Sherman, una chica capaz de generar fuego. De esta manera, el espectador exigente se queda un poco decepcionado cuando no se indaga un poco más en el apasionante mundo de estos personajes atormentados por sus extraños poderes . En este aspecto, el realizador parece más interesado en desarrollar una historia que enfrenta a nuestro héroe con el mítico Rasputín y su algo esperpéntico grupo de secuaces nazis.

Sin embargo, y pese a los muchos inconvenientes que le queramos poner, "Hellboy" es un filme moderadamente entretenido, fascinante desde el punto de vista visual y que cuenta con una excelente interpretación de Ron Perlman, un actor capaz de dotar de ternura a su monstruoso personaje