Blade Trinity
Crítica
Diego Salgado
"Blade" (1998), primera entrega de esta saga, supuso una renovación en el universo del vampirismo cinematográfico. Los chupasangres eran retratados como ejecutivos o como jóvenes poco respetuosos con la tradición. Su peor enemigo compartÃa caracterÃsticas con ellos y, aunque protegÃa a los seres humanos, era ajeno a nuestra naturaleza. David Goyer firmó un guión más o menos coherente, probando que se habÃa leÃdo los comics; y el director Stephen Norrington acertó a crear una atmósfera desolada y gélida.
En "Blade 2" repetÃa Goyer como guionista, pero su ocurrencia de que Blade se uniera a los vampiros para combatir a un predador superior sólo daba para tres escenas de acción interminables. El cazavampiros, mal interpretado por Wesley Snipes, se limitaba a marcarse frases sentenciosas y poses chulescas. La realización de Guillermo del Toro contribuÃa con su mediocridad a que el film hiciese agua por todas partes.
Con "Blade: Trinity", que David Goyer acapara como guionista y director, se toca fondo. Ya el prólogo confunde al espectador, que no sabe si está sufriendo otra vez "Alien vs. Predator" o "Resident Evil 2: Apocalypse". La presentación de Blade es idéntica a la "Blade 2". De ésta se recicla también la idea de un equipo para cazar al gran vampiro, y de "Blade" un enfrentamiento al aire libre entre los principales antagonistas. Los tÃtulos de crédito parecen los de una serie –al contrario que los de "Blade 2", excelentes-. Se capta enseguida que la pelÃcula es un cóctel de episodio televisivo, intro y demo para consolas, anuncio y vÃdeo musical. El cine se ha quedado en la barra.
En cuanto a la historia, era natural que Blade terminase luchando contra Drácula, pues el cazavampiros nació como secundario en un tebeo creado por Marv Wolfman y Gene Colan para la Marvel y protagonizado por el mismÃsimo Conde, "Tomb of Dracula" (1972). Goyer sigue respetando los orÃgenes, y hay varios guiños al respecto en el film: Una portada del comic, el personaje de Hannibal King (Ryan Reynolds), el nombre "Drake"... Lástima que la concreción del tema constituya un despropósito.
Los vampiros viajan a Siria para liberar el cuerpo de Drácula, a quien pretenden usar como arma definitiva en la guerra contra la humanidad. Además, consiguen que Blade salga en los telediarios como amenaza pública, y nuestro héroe acaba entre rejas. Pero es rescatado por dos cazadores de vampiros, uno de los cuales, Abigail (Jessica Biel) resulta ser hija del escudero de Blade, Abraham Whistler (Kris Kristofferson, que ya no sabe si va o viene).
Los nuevos aliados de Blade pretenden extraer sangre a Drácula, y usarla como virus para exterminar a las criaturas de la noche. Si todo suena forzado, añádase que las explicaciones a lo largo del film se limitan a gruñidos y frases de una lÃnea; que Wesley Snipes parece una marioneta de "Team America: PolicÃa Mundial"; y que la pelÃcula presenta la encarnación más lamentable de Drácula en mucho tiempo, en liza con la de Richard Roxburgh para "Van Helsing".
Los verdaderos aficionados a esta saga, quienes no se contenten con el entretenimiento y la fidelidad ciega hacia el personaje, sentirán tristeza ante el modo en que probablemente han concluido las andanzas de Blade en la gran pantalla.
En "Blade 2" repetÃa Goyer como guionista, pero su ocurrencia de que Blade se uniera a los vampiros para combatir a un predador superior sólo daba para tres escenas de acción interminables. El cazavampiros, mal interpretado por Wesley Snipes, se limitaba a marcarse frases sentenciosas y poses chulescas. La realización de Guillermo del Toro contribuÃa con su mediocridad a que el film hiciese agua por todas partes.
Con "Blade: Trinity", que David Goyer acapara como guionista y director, se toca fondo. Ya el prólogo confunde al espectador, que no sabe si está sufriendo otra vez "Alien vs. Predator" o "Resident Evil 2: Apocalypse". La presentación de Blade es idéntica a la "Blade 2". De ésta se recicla también la idea de un equipo para cazar al gran vampiro, y de "Blade" un enfrentamiento al aire libre entre los principales antagonistas. Los tÃtulos de crédito parecen los de una serie –al contrario que los de "Blade 2", excelentes-. Se capta enseguida que la pelÃcula es un cóctel de episodio televisivo, intro y demo para consolas, anuncio y vÃdeo musical. El cine se ha quedado en la barra.
En cuanto a la historia, era natural que Blade terminase luchando contra Drácula, pues el cazavampiros nació como secundario en un tebeo creado por Marv Wolfman y Gene Colan para la Marvel y protagonizado por el mismÃsimo Conde, "Tomb of Dracula" (1972). Goyer sigue respetando los orÃgenes, y hay varios guiños al respecto en el film: Una portada del comic, el personaje de Hannibal King (Ryan Reynolds), el nombre "Drake"... Lástima que la concreción del tema constituya un despropósito.
Los vampiros viajan a Siria para liberar el cuerpo de Drácula, a quien pretenden usar como arma definitiva en la guerra contra la humanidad. Además, consiguen que Blade salga en los telediarios como amenaza pública, y nuestro héroe acaba entre rejas. Pero es rescatado por dos cazadores de vampiros, uno de los cuales, Abigail (Jessica Biel) resulta ser hija del escudero de Blade, Abraham Whistler (Kris Kristofferson, que ya no sabe si va o viene).
Los nuevos aliados de Blade pretenden extraer sangre a Drácula, y usarla como virus para exterminar a las criaturas de la noche. Si todo suena forzado, añádase que las explicaciones a lo largo del film se limitan a gruñidos y frases de una lÃnea; que Wesley Snipes parece una marioneta de "Team America: PolicÃa Mundial"; y que la pelÃcula presenta la encarnación más lamentable de Drácula en mucho tiempo, en liza con la de Richard Roxburgh para "Van Helsing".
Los verdaderos aficionados a esta saga, quienes no se contenten con el entretenimiento y la fidelidad ciega hacia el personaje, sentirán tristeza ante el modo en que probablemente han concluido las andanzas de Blade en la gran pantalla.
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